Desde que comenzó la pandemia hemos visto cómo han surgido conceptos, frases y palabras (todo irá bien, nueva normalidad…) que aglutinan la nueva manera de estar en una situación insólita. La necesidad humana de conceptualizar hace, que a veces, perdamos creatividad y curiosidad por definir algo que antes no conocíamos. Esta delegación de la construcción mental en los expertos en comunicación, puede tener varios efectos adversos. En primer lugar, puede dificultar la capacidad de conectar con el presente y dirigirte a un futuro que no has decidido. Otro efecto de la pre-conceptualización colectiva es que perdamos capacidad interna para generar nuestros propios pensamientos y creencias y adaptándonos así a lo que nos predicen. Esta actitud puede generar agitación interna ya que, no eres tú, quien decide cómo llamar a lo que estás viviendo, sino que son los otros…los que te dicen que ahora es una “nueva normalidad” y lo que significa esto. En esta situación la sensación interna de regulación se delega y se externaliza. Pudiendo aumentar la activación somática y la percepción de no control. Este estado nos puede llevar a un aumento del malestar al no conectar con los recursos presentes disponibles para nosotros mismos. Ya lo decía Regina Pally, el cerebro construye realidad en base a experiencias pasadas, si nuestra idea de lo que va a pasar no parte de nuestro presente y de nosotros mismos, nuestro cerebro no reconoce como propio ni predictible ni el presente ni el futuro cercano. Así que, perdemos la generación de nuevas ideas y recursos para manejar una situación nueva, quedamos limitados a lo que ya hacía, o lo que conocía y lo que me daba resultado.
Si la sociedad necesita un cambio en los patrones de funcionamiento colectivo, dudo que se creen sin la decisión y elección propia, sino la hacemos desde nosotros mismos, si no confiamos en nuestro presente, y confiamos en el diseño propio de nuestro futuro a corto plazo, a nuestra manera, con nuestro estilo y con lo que nos hace sentirnos seguros.
Te invito a imaginar tu propia idea de lo que estás viviendo ahora!
Victoria Usabal
Os compartimos un nuevo artículo de Ana Gimeno-Bayón en relación a la situación actual de la pandemia por COVID-19 y la dimensión transpersonal. Profundamente recomendable.
Buenos días confinados junteros, os hacemos llegar las conclusiones del Simposium de la Universidad de Deusto donde participó nuestra Presidenta, Ana Gimeno-Bayón Cobos.
A lo largo de estos días iremos compartiendo con vosotros algunos valores y reflexiones sobre éstos.
Podemos aprovechar estos días no solo para mostrar nuestro agradecimiento a los sanitarios con nuestro aplauso, sino para prestar una atención agradecida a todos los que siguen trabajando para que nos resintamos lo menos posible de nuestro confinamiento: empleados de los supermercados y las farmacias, basureros, policías, políticos, periodistas, etc. Quizá el darnos ahora más cuenta que nunca nos ayude -cuando acabe esta situación- a generalizar esta actitud de agradecimiento a todos los que trabajan con eficacia para hacernos la vida más fácil.
(Para ampliar, cfr. Rosal, 2012, Valores éticos o fuerzas que dan sentido a la vida).
Hasta hoy hemos hablado de la actitud creativa, la actitud agradecida y de la actitud respetuosa. Sin duda, para poder vivir de forma creativa, agradecida y con respeto al otro, será importante poder vivir con serenidad aquellas experiencias complicadas con las que nos iremos encontrando a lo largo de la vida.
Sin duda en estos momentos es importante poder cultivar una actitud de serenidad no sólo por las consecuencias positivas individuales que pueda tener, sino también por los beneficios colectivos.